Históricamente podemos observar que la competencia ha existido desde hace muchos años y que esta se ha dedicado únicamente para implementar mejoras implementando estándares y normas de calidad que garanticen que los productos o servicios de un país sean los mejores, no solo basarse en una competencia de productos o servicios en los cuales se tengan los mejores del mercado sino agregar un valor agregado, siendo los mejores productos o servicios del mercado que buscan no dañar al medio ambiente o hacerlo de la mejor forma posible.
Por lo que el presente trabajo está enfocado en la presentación de argumentos que respalden de qué manera la ética ambiental bajo la hipótesis de Porter en cuanto a sus aportaciones del deber ser y actuar de la industria para mejorar la competitividad del país. Se presenta en el primer y segundo punto, la competitividad como la capacidad para competir en los mercados de bienes o servicios basados en la hipótesis de Porter lo que lleva a aumentar la eficacia e innovación empresarial. Lo que quiere decir es que las empresas de por sí ya tienen una competencia entre ellos, pero el involucrarse con el medio ambiente y seguir con una regulación ambiental, aumenta la competencia, no solo en la calidad de sus productos o servicios, sino de hacerlo de la mejor manera sin perjudicar al medio ambiente.
Ello llevando al tercer punto donde se presenta la reducción de la contaminación y la maximización de las ganancias que compartan los principios de uso eficiente de los insumos, gerencia de la calidad total e innovación tecnológica. Por medio de regulaciones ambientales las cuales estimulan a la industria a ser más eficientes en el corto plazo y, respecto del largo plazo, a desarrollar productos/servicios y procesos nuevos que generen una menor contaminación, reduzcan los costos, capturen nuevos nichos de mercado y confieran ventajas competitivas a medida que los estándares ambientales se hagan más estrictos tanto localmente como en el exterior.
Para culminar se presenta la contra hipótesis del aporte de Porter y el caso de Guatemala, quienes debemos como país implementar una estricta regulación ambiental, siempre y cuando sea eficiente, ello incentivando una mayor inversión empresarial en la investigación y uso de tecnologías más limpias con el consecuente beneficio para el medio ambiente por un lado e innovación y mejora de procesos de producción más eficientes por el otro, los ahorros en los costos que pueden ser alcanzados serían suficientes para compensar abundantemente los gastos ocasionados para cumplir las nuevas regulaciones así como los costos de innovación, incidiendo directamente en una mayor competitividad de la industria guatemalteca.
Por lo que el presente trabajo está enfocado en la presentación de argumentos que respalden de qué manera la ética ambiental bajo la hipótesis de Porter en cuanto a sus aportaciones del deber ser y actuar de la industria para mejorar la competitividad del país. Se presenta en el primer y segundo punto, la competitividad como la capacidad para competir en los mercados de bienes o servicios basados en la hipótesis de Porter lo que lleva a aumentar la eficacia e innovación empresarial. Lo que quiere decir es que las empresas de por sí ya tienen una competencia entre ellos, pero el involucrarse con el medio ambiente y seguir con una regulación ambiental, aumenta la competencia, no solo en la calidad de sus productos o servicios, sino de hacerlo de la mejor manera sin perjudicar al medio ambiente.
Ello llevando al tercer punto donde se presenta la reducción de la contaminación y la maximización de las ganancias que compartan los principios de uso eficiente de los insumos, gerencia de la calidad total e innovación tecnológica. Por medio de regulaciones ambientales las cuales estimulan a la industria a ser más eficientes en el corto plazo y, respecto del largo plazo, a desarrollar productos/servicios y procesos nuevos que generen una menor contaminación, reduzcan los costos, capturen nuevos nichos de mercado y confieran ventajas competitivas a medida que los estándares ambientales se hagan más estrictos tanto localmente como en el exterior.
Para culminar se presenta la contra hipótesis del aporte de Porter y el caso de Guatemala, quienes debemos como país implementar una estricta regulación ambiental, siempre y cuando sea eficiente, ello incentivando una mayor inversión empresarial en la investigación y uso de tecnologías más limpias con el consecuente beneficio para el medio ambiente por un lado e innovación y mejora de procesos de producción más eficientes por el otro, los ahorros en los costos que pueden ser alcanzados serían suficientes para compensar abundantemente los gastos ocasionados para cumplir las nuevas regulaciones así como los costos de innovación, incidiendo directamente en una mayor competitividad de la industria guatemalteca.